Dr. Hernán Lillo N. Julio 2017.
Las recuerdo desde la niñez…allá muy lejos. Mi abuelita sentada en su piso de paja, en el patio embaldosado de diseños españoles multicolores, “estará de Dios”. Luego, años después, en el mismo patio, pero ya en trajines domésticos y el cuidado de sus ocho hijos, nuestra madre –Amada – “que se haga lo que Dios quiera”.
Pasaron muchos años. Entre ellos los de aquella terrible y dolorosa tragedia nacional. El criminal golpe militar. Fue terminado democráticamente con un lápiz aportado por aquel apócrifo gobierno. Se juntaron las manos del presidente de transición y tranquila y lentamente dijo, con una leve sonrisa en sus labios, “en la medida de lo posible”. Así se ha ido haciendo. Insuficiente ha sido lo posible.
Llegaron las generaciones jóvenes. Muchos salieron a las calles. Otros brillaron mundialmente por su calidad innata. Entre ellos, el “chino Ríos” que acariciando su mentón, dijo “no estoy ni ahí”
De los que salieron a las calles e impactaron a las autoridades y a nosotros con muchas decenas de años, volvieron a sus hogares, otros han creado movimientos sociales o políticos y los menos al parlamento donde subrepticia y lentamente los absorbe el entorno o empiezan los conflictos entre ellos.
También fui joven. No conformista. De libertad de pensamiento y de vocación política. Salía a la calle inspirado en los cambios que ofrecía el Socialismo Cristiano con sus extraordinarios paladines, Eduardo Cruz Coke y Radomiro Tomíc. Luchamos por los cambios contra el “continuismo” de González Videla y el retorno de la derecha con Fernando Alessandri, entre que la persecución de la caballería de Carabineros.
Conocí a eminentes políticos. Conocí también la violencia de los muchachos nacistas de Ibañez del Campo y de González von Marées, que expusieron a 63 de ellos a ser asesinados por la policía dentro de la torre del Seguro Obrero que intentaron tomarse, con la vergonzosa reacción del Gobierno, aquel tétrico e inolvidable 5 de Septiembre de 1938.-.
Recientemente otros de aquellos del 2011, se han quedado estáticos y mostraron el conformismo que impera en nuestra sociedad y han ido repitiendo en todos sus ambientes “es lo que hay….es lo que hay”…